lunes, 11 de abril de 2016

Amémonos los unos a los otros
o sólo los unos sin retorno. Nunca ha importado que el objeto amado fuera inexistente.
Nunca importa que nadie ame a nadie.
Por eso me alegré de verte.
De escucharte exuberante defender el poso de los mayores.
De oirte reir haciéndome callar cuando dije que la reina se habia follado muchos negros.
De ese tiempo que nos ha cambiado a todos, aunque corríamos y sudábamos para ver si se le esquivaba.
El tesoro de reencontrar, eso es de lo que hablo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario